La fuente del Berro, y su posterior viaje de agua, es uno de los acuíferos de más antigua tradición en Madrid. Se encuentra junto a una de las entradas a los Jardines de la Fuente del Berro, en la zona que actualmente se denomina Las Ventas.
Historia
Las primeras menciones del manantial de la Fuente del Berro datan de 1470, y la habilitación de la fuente se sitúa en la primera mitad del siglo XVI. En esos terrenos se construyó la Quinta de Miraflores, encargada por Felipe IV en 1631, si bien el caño principal se mantuvo fuera de las tapias de la posesión, lo que al parecer provocó algunos conflictos y pleitos.1 Diferentes cronistas mencionan la fé que las familias de los Austrias españoles le tenían a esta fontana, hasta el punto de ordenar a sus aguadores que la trasportaran al Palacio del Buen Retiro, luego al nuevo Palacio Real e incluso a algunos palacios de verano, como el de Aranjuez.2
Durante el reinado de Isabel II, dentro de las obras de canalización del agua potable a Madrid, que aún conservan su nombre, se instaló una bomba junto al Arroyo Abroñigal y se construyó el viaje de agua, desde las Ventas del Espíritu Santo (donde luego se levantó la Plaza de Toros de Las Ventas), hasta el Paseo del Prado y Recoletos. A pesar de la gran afición del pueblo y sus reyes, era agua «gorda», de gran dureza, muy mineralizada y diferente a las aguas serranas finas del Canal del Lozoya.3 Aún se conserva en la calle de Peñascales, el caño -sin conducción de agua- centrando un pequeño hemiciclo con bancos de piedra a los lados
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuente_del_Berro_%28fuente_y_viaje_de_agua%29